En las escarpadas colinas de la Sierra de Gúdar, se alza el antiguo pueblo de Mosqueruela, Teruel, envuelto en la bruma y el misterio de tiempos antiguos. En este lugar, se cuenta la leyenda de «La Dama de las Ruinas».

Se dice que hace muchos siglos, Mosqueruela era un próspero pueblo cuyos habitantes vivían en armonía con la naturaleza y las fuerzas místicas que habitaban la región. Sin embargo, una noche oscura y tormentosa, una tragedia azotó el pueblo, dejando tras de sí solo ruinas y desolación.

Según la leyenda, una dama noble, conocida por su belleza y gracia, fue acusada injustamente de brujería por los habitantes del pueblo, quienes la condenaron a la hoguera. Antes de su ejecución, la dama maldijo al pueblo y juró que su espíritu vagaría por las ruinas de Mosqueruela por toda la eternidad.

Desde entonces, los lugareños dicen que en las noches de luna llena, se puede ver a la Dama de las Ruinas deambulando entre los restos de las antiguas casas, su figura etérea envuelta en una luz fantasmal. Se dice que sus lamentos llenan el aire, recordando a todos aquellos que la escuchan la injusticia que sufrió y la maldición que pesa sobre el pueblo.

Aunque muchos dudan de la veracidad de la leyenda, los habitantes de Mosqueruela siguen evitando las ruinas durante la noche, temerosos de encontrarse con el espíritu vengativo de la Dama de las Ruinas. Para ellos, la historia sirve como un recordatorio de los peligros de la superstición y la injusticia, y como una advertencia sobre las consecuencias de juzgar a otros sin pruebas.