En la preciosa Catedral del Salvador, más conocida como La Seo, situada en el corazón de Zaragoza, se susurra una destacada leyenda que alimenta el miedo y la fascinación de aquellos que se atreven a visitarla al  caer la noche.

Hace muchos años, cuando la Seo se encontraba en construcción, llegó  un relojero muy misterioso a Zaragoza. Nadie sabía su nombre ni de dónde venía pero era insuperable en habilidad para construir relojes. El eclesiastico impresionado por su fama encargó un reloj para lo alto de la torre de la Catedral.

El relojero trabajó en ese reloj muchos meses. Finalmente presentó su obra maestra al eclesiastico, éste quedó más que impresionado ante tal obra de arte y decidió pagarle, pero el artesano no quiso dinero y le pidió sólo una cosa: que su creación permaneciera intacta , que nadie lo tocara ni lo reparara jamás sin importar lo que sucediera.

El reloj fue sellado y durante muchos años funcionó a la perfección , pero con el tiempo sus engranajes se desastaron y comenzó a retrasarse. Todos habían olvidado el trato con el artesano y comenzaron a repararlo y ahi la maldición empezó.

La primera noche tras la reparación toda la ciudad de Zaragoza se despertó  del  perturbador sonido  del reloj que no paraba de repicar. Algunos testigos decían ver sombras , decían que era el relojero vengandose por faltar a su trato , hubo algún valiente que subió a la torre , pero ninguno volvió  a ser el mismo, unos perdieron la cordura, otros desaparecieron,,,,. Con esto, decidieronn dejar el reloj sin tocar aunque se oxidara creyendo que el espíritu del artesano se calmaria. Hoy en dia ya no marca las horas y aunque nadie habla de ello, los más ancianos aseguran que en las noches de tormenta se puede escuchar ecos de las campanadas del reloj desde lo alto de la torre