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LEYENDA DE " LA TORRE DEL DIABLO " DE JACA

Hace siglos, cuando Jaca era una próspera ciudad medieval, la torre se erguía imponente, siendo parte de la fortificación que protegía a sus habitantes. Según cuenta la leyenda, un noble caballero, conocido por su valentía y honor, se enamoró de una hermosa joven llamada Elvira. Sin embargo, su amor estaba condenado, pues Elvira había sido prometida a otro hombre por un pacto entre familias nobles.

Desesperado, el caballero acudió a un misterioso ermitaño que vivía en las montañas. Se decía que este hombre tenía poderes sobrenaturales y conexiones con el más allá. El ermitaño, compadeciéndose del caballero, le ofreció un pacto: el amor de Elvira a cambio de su alma. Cegado por el amor, el caballero aceptó sin dudarlo.

El hechizo funcionó, y Elvira se enamoró perdidamente del caballero. Sin embargo, el precio que pagó fue alto. La noche antes de su boda, el caballero fue arrastrado por fuerzas invisibles hasta la torre más alta de Jaca, donde desapareció sin dejar rastro. Desde entonces, la torre fue conocida como la Torre del Diablo.

Se dice que en las noches más oscuras, cuando la luna está cubierta por nubes, se pueden escuchar los lamentos del caballero resonando en las piedras de la torre. Los más valientes aseguran haber visto una figura espectral que ronda la torre, buscando liberarse de su condena eterna.

Hoy en día, la Torre del Diablo sigue en pie, siendo un recordatorio de los tiempos antiguos y de la poderosa fuerza del amor y la desesperación. Los visitantes que se atreven a acercarse en las noches de luna nueva aseguran sentir una presencia inquietante, como si los ojos invisibles de un espíritu atormentado los observaran desde las sombras.