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Cuenta la Leyenda que en el corazón de Aragón, escondido entre colinas verdes y frondosos bosques, se encuentra el encantador pueblo de Anento , provincia de Zaragoza. Es una localidad de las más bellas de todo el Aragón, está lleno de historia y belleza natural.
Cuando los celtas habitaban estas tierras, existía una joven y hermosa doncella llamada Liria, famosa por su bondad y por su amor por la naturaleza. Liria tenía una conexión especial con el entorno, y se decía que podía comunicarse con los espíritus del bosque y los seres elementales del agua.
Una sequía terrible asoló la región, y los campos comenzaron a marchitarse y los ríos a secarse. El pueblo de Anento, desesperado, clamó a los dioses por ayuda.
Tras días de busqueda, Liria descubrió una gruta oculta entre las rocas, de donde brotaba un misterioso manantial. Al acercarse, los espíritus del agua se le aparecieron y le revelaron que aquel lugar era sagrado y que las aguas del Aguallueve eran mágicas, capaces de devolver la vida a la tierra.
Liria regresó al pueblo y guió a los habitantes hasta el manantial. Con mucho cuidado, tomaron el agua del Aguallueve y la esparcieron por los campos resecos. Para asombro de todos, las plantas comenzaron a florecer nuevamente y los ríos a llenarse de agua cristalina.
Los habitantes de Anento creían que el manantial era un regalo de los dioses, custodiado por los espíritus del agua y protegido por la bondad y el sacrificio de Liria. Cada primavera, el pueblo celebra una fiesta en honor a la doncella y al milagroso manantial, recordando la leyenda que les salvó de la sequía.