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En las orillas del río Ebro, en el encanto discreto de Pradilla, se entreteje la fascinante leyenda de «Las Luces de la Niebla». Cuenta la historia que en los días más tranquilos y envueltos en un manto de niebla, una figura etérea, conocida como la Dama de la Niebla, se revela en busca de su amor perdido.
Se dice que esta misteriosa mujer, ataviada con ropajes de antaño, deambula entre los callejones adoquinados y los campos circundantes, con una luz tenue que emana de su presencia. Los lugareños afirman que es el espíritu de una enamorada que, durante un invierno crudo, esperó incesantemente a su amado pescador que nunca regresó.
Las Luces de la Niebla se manifiestan en silueta, como un faro de nostalgia, guiando a los corazones curiosos hacia la orilla del río. Quienes hayan sido testigos de este espectáculo susurran sobre la melancolía que envuelve la escena, despertando la imaginación y dejando a aquellos que la presencian con una sensación de conexión entre lo tangible y lo esquivo. En Pradilla de Ebro, cada episodio de niebla es una invitación a desentrañar los secretos de esta historia, donde el pasado y el presente convergen en un danza mística.
Puntuación del lugar por su belleza